Cuenca es una ciudad que me encanta, la he visitado muchas veces y, allá por el 2000 fuimos a vivir allí por motivos de trabajo hasta 2004. Desde entonces no habíamos vuelto y este año decidimos hacer una visita para refrescarle la memoria a nuestra hija, que sólo la recordaba de las fotografías, ya que pasó allí los primeros años de su vida.
No voy a detallar aquí todas las maravillas que tiene Cuenca, pero si que voy a recomendaros que la visitéis porque realmente merece la pena.
Como amante de la buena mesa, os voy a recomendar un buen sitio para comer, aunque hay muchos, la Posada Tintes es mi favorito, muy buena comida y un excelente trato.
Durante mis años en Cuenca, a todas las visitas que recibía desde Murcia las llevé a comer allí, y todas quedaron muy satisfechas, y en mi reciente visita no podía faltar la obligada visita a la Posada, un buen solomillo de ternera y un Condesa de Leganza.
Excelente.
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